(ANS - Turín) - La atención del Papa hacia los ciudadanos de Turín no podía encontrar una mejor demostración que la ofrecida el día de ayer; el domingo 21 de junio transcurrió con una larga lista de encuentros. Cambiaron los lugares y las personas, pero donde quiera se sentía la presencia de un pastor cercano a su rebaño.
La primera etapa, fue dedicada al encuentro con el mundo del trabajo, donde el Papa ha condenado una vez más la así llamada "cultura de los residuos", asumiendo la defensa de los más débiles en el contexto social actual. Refiriéndose al tema de la inmigración señaló: "aumenta la competencia, pero los migrantes no deben ser culpados, porque son víctimas de la anarquía, de esta economía que desecha y de las guerras ".
Después de venerar la Sábana Santa y encontrándose en la gran celebración eucarística en la Piazza Vittorio Veneto Papa Francisco ha retomado el tema del lema - "el amor más grande" - para hablar del amor de Jesús, que "sigue siendo fiel, incluso cuando nos equivocamos, y espera que perdonarnos: Él es el rostro del Padre misericordioso. Aquí está el amor fiel".
En la tarde continuó con un homenaje a Nuestra Señora de la Consolata y con el encuentro emotivo y espontáneo con la Familia Salesiana. Poco después se dieron otras visitas que no podían faltar en la agenda: los enfermos, los discapacitados y las personas mayores del Cottolengo, el Papa ha reservado para todos ellos, palabras de gran afecto y esperanza: "Ustedes son miembros valiosos de la Iglesia, ustedes son la carne de Cristo crucificado que tenemos el honor de tocar y servir con amor. Con la gracia de Jesús van a ser testigos y apóstoles de la misericordia divina que salva al mundo".
Por último, con los jóvenes, Francisco Papa volvió al tema del amor, instó a los muchachos con las palabras del Beato Pier Giorgio Frassati de Turín - "Vivir, no dejarnos llevar" - y sin miedo a parecer impopular ha invitado a los jóvenes a vivir la castidad y el amor que sacrifica a sí mismo.
Hoy, lunes 22 de junio de los compromisos del Papa son un poco menos, pero será muy significativa la visita al Templo de los Valdenses y también una reunión estrictamente privada con sus familiares del Piamonte además de un breve encuentro con los miembros del Comité de la Síndone; lo mismo que con los organizadores y coordinadores de la visita del Papa a Turín.
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