Entrevista concedia a la agencia Europa Press, con motivo de su visita a España para el inicio de las dos nuevas inspectorías.
El
nuevo rector mayor de los Salesianos, Ángel Fernández Artime, ha
asegurado que el mensaje de Francisco de ir a las periferias y estar con
los más pobres lo tienen "marcado en el ADN" y, por ello, ha indicado
que los 15.000 salesianos que hay en el mundo --repartidos en 132
países-- seguirán trabajando por estar con los jóvenes más necesitados,
también en España, ante el "momento delicado" por el que atraviesa el
país.
Para
Fernández Artime, las líneas que está marcando el Pontífice son "muy
impactantes" para todos con sus mensajes en favor de una Iglesia más
cercana a los pobres, que acoja a todos los hombres y mujeres que se
acerquen.
"Nosotros
hemos nacido en Valdocco, en la periferia de Turín con los muchachos
que llegaban marginados buscando un trabajo porque huían del hambre. Don
Bosco comenzó su inicio carismático con los últimos y con los más
pobres. Es algo que tenemos marcado en nuestro AND como salesianos.
Siempre tenemos que recordarnos que ese es nuestro origen y lugar y de
ahí no podemos despistarnos", ha explicado en una entrevista concedida a
Europa Press con motivo de su reciente nombramiento.
Precisamente,
apunta que su tarea como Rector Mayor --cargo que ejerce desde hace dos
meses-- es la de garantizar que el estilo y carisma de Don Bosco
conserve "la misma frescura y fuerza", que las 3.286 casas salesianas
del mundo no se desvíen y estén siempre al servicio de los jóvenes más
necesitados.
En
España, los salesianos trabajan con unos 150.000 jóvenes, entre
escuelas regladas oficiales, las de Formación Profesional, las
parroquias, y lo que aprecian es que la juventud necesita "ser
escuchada" y que los adultos les transmitan "esa seguridad que van
buscando". Asimismo, notan que los jóvenes tienen "una verdadera
necesidad de ser protagonistas de sus vidas" en el "momento delicado"
que vive España que "no les permite mucha autonomía".
Ante
esta situación, los salesianos facilitan a los jóvenes formación,
capacitación laboral e intentan ayudarles a conseguir un empleo, aunque
reconoce que son muchas las necesidades y ellos solo son "un granito de
arena".
En
estos dos primeros meses como Rector Mayor, Fernández Artime ha viajado
mucho a zonas de Italia y Portugal y, entre los trabajos realizados, ha
destacado la creación de dos nuevas provincias españolas, una en Madrid
y otra en Sevilla con 60 obras salesianas cada una, que tienen como
finalidad dar respuesta a las demandas de la sociedad, analizar los
lugares y prioridades para los próximos 12 ó 15 años.
EL PAPA LE PIDIÓ QUE NO DEJEN LA PATAGONIA
Asimismo,
ha recordado que el pasado 31 de marzo coincidió con el Papa Francisco
en una audiencia concedida al Capítulo General de los Salesianos y ha
contado que el Pontífice aprovechó para hacerle una petición: "No me
dejen ustedes la Patagonia".
La
presencia de los Salesianos en la Patagonia argentina es "muy fuerte"
pues llevan trabajando allí "con los últimos" desde hace 135 años.
Artime ha precisado que se trata de un lugar "muy frío y desértico" en
el que hay necesidad y ha indicado que el Papa conoce muy bien el
trabajo en esta zona que se encuentra "al límite, donde la tierra
termina".
En
aquel encuentro, Fernández Artime aseguró al Papa que los salesianos le
quieren y rezan por él, pero no se trataba de la primera vez que el
nuevo rector mayor de los salesianos y Francisco se encontraban pues ya
coincidieron en Argentina cuando Jorge Mario Bergoglio era el arzobispo
de Buenos Aires y Fernández Artime, el provincial de los Salesianos.
En
este sentido, asegura que Francisco es "el mismo pastor" al que conoció
en Buenos Aires, eso sí, "ahora con toda su trascendencia como Papa"
pero "con una gran sensibilidad por los últimos, muy humilde y
sencillo".
En
cuanto a la situación de la vida religiosa en España, Fernández Artime
asegura que la ven "con esperanza" pues se sienten "con capacidad para
seguir siendo significativos" y ha precisado que, aunque es "menor" el
número de jóvenes que sientan la vida religiosa como "su vocación",
siguen trabajando porque tienen "mucho que ofrecer".