Don
Rinaldi trabajó por la consolidación y expansión del carisma salesiano
con el ejercicio de una autoridad paterna y sabia. Se le considera el
fundador de la obra salesiana en España y Portugal, así como el
iniciador, en forma de genial, del Instituto Secular de las Voluntarias
de Don Bosco.
Su
vocación nació del encuentro con el apóstol de los jóvenes, del cual
inició personalmente el camino de la formación religiosa y sacerdotal.
Emuló las virtudes y características espirituales tanto que fue llamado
su "imagen viviente". Ardiente de amor por la Iglesia y promotor de la
presencia renovadora entre los pueblos con una auténtica movilización
misionera, incluso de muchos jóvenes.
Entre
los rostros de los santos salesianos, lo que caracteriza a la de Don
Rinaldi es la nota de la paternidad. Como director, a los 33 años, se
había propuesto: "Caridad y mansedumbre con los hermanos, soportando
cualquier cosa que pueda ocurrirme". Como Inspector dirá: "Seré padre.
Evitaré los tratos ásperos. Cuando vengan a hablar conmigo yo no les
dejaré ver elestar cansado o el tener prisa". De Don Rinaldi, el P. Francesia, salesiano de la primera generación, dirá: "Le falta solo la voz de Don Bosco. Todo lo demás lo tiene".
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