13/03/2014 | Agencia de Noticias Salesiana
Se
cumple un año de la elección del Papa Francisco. Muchos han sido los
gestos que, en este tiempo, ha mostrado a la Comunidad Salesiana, a sus
jóvenes y a los necesitados.
El
día 13 de marzo, se celebro el primer aniversario de la elección del
Papa Francisco. Un tiempo denso, rico de estímulos y buenos ejemplos
válidos para todos, pero especialmente para aquellos que gastan su vida
por la salvación de los jóvenes; ya que se ha podido reconocer en este
"jesuita pro-salesiano" -como él mismo dijo de ser clasificado- una
excelente fuente de inspiración.
Que
fuera un gran devoto de María Auxiliadora, así como fanático de San
Lorenzo de Almagro -el equipo fundado por el P. Lorenzo Massa, SDB- era
conocido para quienes lo conocían; que en su juventud estudió durante
dos años en un colegio salesiano y que albergaba profunda veneración por
los misioneros salesianos de la Patagonia ("En ellos leo una historia de vida, de fecundidad") y los beatos Ceferino Namuncurá y Artémides Zatti, se hizo de conocimiento público poco después de su elección como Papa.
Menos
obvio era que incluso durante su pontificado Jorge Mario Bergoglio
siguiera difundiendo referencias, gestos y expresiones de estima hacia
Don Bosco y sus herederos espirituales. Sin embargo, ha sido así desde
el principio: el 21 de marzo del año pasado -un par de días después de
su elección– recibió en una visita privada y con gran cordialidad al
Rector Mayor y su Vicario. Y tan solo 7 días después, recibiendo al
almuerzo algunos sacerdotes romanos quiso en su mesa a dos Salesianos
–el P. Maurizio Verlezza y el P. Antonio Petrosino- de un total de
siete.
En
la fiesta de la Asunción de María, como es tradicional para los Papas,
celebró la misa en Castel Gandolfo y se reunió con la comunidad
salesiana que anima la Iglesia de Santo Tomás de Villanova. Y el 19 de
enero de 2014 fue en una visita pastoral a la casa salesiana del Sagrado
Corazón, de Roma, elegida porque es auténtica periferia -aunque geográficamente ubicada en el centro de Roma- como articulación de las vidas de muchos últimos.
Pero
no cuentan solo los encuentros: son sobre todo las palabras y gestos
que se pueden ver del estilo salesiano de Papa Francisco. Como en
aquella expresión "hagan ruido", pronunciada en la Jornada Mundial de la
Juventud en Río de Janeiro; o en su constante invitación a los jóvenes a
"no dejarse robar la esperanza" o en la actitud, por así decirlo, de abuelo cariñoso, que siempre ha mostrado con los más pequeños, sobre todo si están enfermos.
Actitudes que vuelven a mostrar al mundo el espíritu de Don Bosco: "Basta que sean jóvenes para que yo los quiera mucho".
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