09/04/2015 | Zenit
Entrevista al Rector Mayor: El bicentenario del nacimiento de Don Bosco no es para "sacar pecho", sino para volver a las raíces.
¿Los salesianos se caracterizan como una orden en salida iniciando por el propio Don Bosco?--
Fernández Artime: Nos estamos siempre espoleando para decir: no basta
esperar para que vengan a casa. Se ve más que en Europa en otros mundos,
en Africa, Asia, América Latina, en donde recorrer los barrios es el
punto de partida para encontrarse por ejemplo con los muchachos que
están por la calle. Hoy también en Europa, por ejemplo tu antes has
nombrado la inmigración en Génova. En Sicilia, tenemos alguna presencia
muy linda con inmigrantes, con menores. Siempre hay en cada presencia un
salesiano que tiene este puntito especial. No todos tenemos la misma
fuerza carismática. Hay personas a las que por su carácter es difícil
pedirle que salgan así a los barrios, pero los hay. Y es muy importante,
es la Iglesia en salida. Y estas grandes intuiciones y mensajes que el
Papa da, acaban calando y nos pone en otra disposición en la Iglesia
católica. Después, claro, haremos lo que podamos.
Hay algo del carisma de don Bosco que cambia en un mundo que cambia?--
Fernández Artime: Mira, en la manera de hacer muchas cosas de Don Bosco
a hoy hay un mundo inmenso. Don Bosco escribía a pluma, hoy hay
Facebook, internet, Twitter. Eso no es comparable. Pero Don Bosco tuvo
las mejores imprentas. Y hoy estaría en estos medios sin dudarlo y estoy
convencido que nos quedamos muy cortos. Pero por lo que se refiere al
carisma tiene una actualidad muy grande y la razón es esta: jóvenes
siempre hay. Entonces, como les digo a mis hermanos salesianos, en la
medida que seamos auténticos como Don Bosco, que recibió del Espíritu e
intentó plasmar, en esa medida tendremos congregación salesiana. Lo del
número depende mucho de los movimientos sociales, culturales: ahora
disminuye Europa, aumenta Asía y África, se mantiene América. No hay
profetas para esto, pero aún así nosotros somos una congregación muy
serena en este punto. Con todas las dificultades de todo gran organismo,
de todo gran cuerpo. Pero mientas seamos fieles al carisma,
celebraremos los 200 años y otros celebrarán los 300, porque jóvenes
siempre los hay.
¿Y ese carisma hoy se conserva?--
Fernández Artime: En lo que va del año he visitado 17 naciones, y hasta
el final del 2015 serán 23 países. O sea que uno va viendo todos los
continentes. Es increíble ver como la cercanía de Don Bosco entra. A Don
Bosco no le han conocido sino a través de quienes hablamos de él. Pero
es increíble ese toque de opción preferencial por los pobres. En ese
sentido diría que la congregación está muy viva. Si alguien no nos
quiere bien y piensa que nos preparamos para morir, hay que decirle que
está muy equivocado. Nosotros en la Iglesia estamos haciendo nuestra
partecita. Considero que el carisma de Don Bosco conserva enteramente su
frescura.
¿Cómo se armonizan entre ustedes y en los países en que se encuentran?--
Fernández Artime: Son tiempos de humildad, tenemos al mayor exponente
que es el Papa, que es todo un testimonio de sencillez; son tiempos para
vivir en comunión, para ayudarnos mutuamente. Debo decir que hay una
sintonía de comunión eclesial en donde nos encontramos. Estamos en 132
países, hay una sintonía con otros religiosos y religiosas muy buenas.
En la reunión de superiores generales que nos reunimos una vez al año
aquí, unos 108 superiores generales, en este caso masculinos, hay una
sintonía, una cordialidad, para marcar algunas líneas juntos, son
tiempos nuevos.
¿Algún desafío particular?--
Fernández Artime: El gran desafío siempre, ya lo tuvo san Pablo, es la
evangelización. Es el de cómo hacer presente hoy, en un mundo tan
tremendamente cambiante, al Señor Jesús. Hablamos en estas reuniones del
Consejo, por ejemplo, de países en los que había un profundo hermetismo
y prohibición, en un año cambia el Gobierno y entra toda la
comunicación social, los tablet, la informática, no hay mente que pueda
digerir esto. De no tener nada a estar invadido. Y esto hace muy
desafiante la evangelización. Hay una proliferación de sectas y
sub-sectas, y minúsculos grupos. Tantos encuentran un motivo para
envolverse, y esto es un desafío muy grande.
El
otro gran desafío es el de transmitir de verdad un testimonio
evangélico como Iglesia. El Papa nos invita a ser testigos, y a ser
Iglesia humilde, sencilla, pobre. En la medida que eso brille con luz
propia lo otro viene. Pero el desafío está ciertamente.
Ahora se celebran los 200 años del nacimiento de Don Bosco, ¿qué significa esto para ustedes?--
Fernández Artime: La gran consigna ha sido, el Bicentenario no es un
año para hacernos grandes, potentes, o para sacar pecho. Que sea un año
de celebración, una vuelta a las raíces. Y si hay que hacer una obra por
Don Bosco en cada una de las provincias, en cada uno de los países, que
sea preferencial por los pobres. Hemos empezado algunas cositas en este
estilo. Así, el próximo año iré a celebrar la fiesta de Don Bosco en
Sierra Leona. Este 31 de enero hemos comenzado dos orfanatos, o sea dos
residencias para unos 200 muchachitos que han perdido sus padres con el
ébola. Convertimos en 15 días a dos escuelas cerradas en dos casas para
muchachos, que lo serán por varios años. Bendijimos por Skype esa
presencia. Allí hay quince salesianos que me han dicho, de aquí no nos
vamos.
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