IV Jornadas de Espiritualidad Salesiana


Por Francisco Sambruno Ramírez:

Todo un éxito por contenido y asistencia, han supuesto las IV Jornadas de Espiritualidad Salesiana, celebradas los días 10 y 11 de marzo en el jerezano complejo museístico de La Atalaya bajo los auspicios de las cuatro presencias que Hijas de María Auxiliadora y Salesianos de Don Bosco mantienen en Jerez de la Frontera, con la colaboración de Diputación provincial de Cádiz y Ayuntamiento.

Cada jornada comenzó con las palabras de don Antonio Fernando García Reyes quien dio la bienvenida a trescientos asistentes, miembros de comunidades educativo-pastorales de Casas salesianas establecidas en Algeciras, Cádiz, Campano, Jerez de la Frontera, La Línea de La Concepción, Rota y San José Del Valle. A renglón seguido, dio paso a los videos realizados por don Francisco José Mateos Cabrera, del equipo de comunicación local, que sirvieron para la presentación del ponente de cada jornada.

El primer día, previa a la conferencia, fue ofrecida una aproximación al perfil de sor María del Carmen Canales Calzadilla y su destacada labor como Hija de María Auxiliadora desde el 5 de agosto de 1965, fecha en la que profesó en la italiana localidad de Casanova. Licenciada en filosofía y letras, ha desempeñado tareas de educadora, directora, consejera inspectorial, consejera general y delegada mundial para pastoral juvenil. Procedente de la comunidad de Hijas de María Auxiliadora de Telde (Gran Canaria), anunció un mensaje renovado de compromiso salesiano que, siguiendo las orientaciones de Don Bosco, privilegia la juventud en general, y a la más desfavorecida en particular. Situó al joven de nuestros días, en el centro del trabajo de comunidades y fuerzas vivas de cada Casa, subrayando la necesidad de llevar a la práctica el Sistema Preventivo y potenciar el Oratorio, como elementos imprescindibles para la formación integral de la juventud de todos los tiempos.  Concluyó su intervención con un mensaje actual, sencillo y salesiano para despertar la pasión educativa: “la reactivación del Oratorio-Centro Juvenil como cantera abierta para educar salesiana-mente o lo que es lo mismo, con mente salesiana a partir de la fuerza del carisma de Don Bosco asumido en plenitud y originalidad por María Mazzarello.” 

Seguidamente se ofreció un café compartido que favoreció la convivencia e intercambio de experiencias por partes de quienes, minutos más tarde y en torno al Santísimo, participaron en la Vigilia Eucarística que presidió don Francisco José Pérez Camacho, delegado de pastoral de la Inspectoría María Auxiliadora de Sevilla. La intensidad y recogimiento con los que fue seguida por todos los fieles, caracterizó tan piadoso encuentro con Jesús Sacramentado.

La participación de don Pascual Chávez durante el segundo día, supuso una excelente y renovada aproximación a la persona del santo fundador de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales y su repercusión en la sociedad actual. Tras la preceptiva bienvenida, se proyectó un audiovisual sobre el perfil de Don Pascual Chávez Villanueva, salesiano cuya vocación nace en “Colegio México”. Ordenado sacerdote en “La Perla Tapatía” de la Arquidiócesis de Guadalajara (México), el día de La Purísima de 1973, es licenciado en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma y doctor en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Educador, director del Instituto de Teología “San Pedro de Tlaquepaque”, inspector, consejero regional para interamérica y rector mayor, se encuentran entre los servicios prestados a la Congregación Salesiana.

Don Pascual disertó sobre: “Don Bosco en el año bicentenario”. Presentó la figura del santo y cómo debemos interpretarla. Aludió al artículo 21 de las Constituciones Salesianas, “…donde encontramos una reflexión sobre Don Bosco como modelo de espléndida armonía de naturaleza y gracia. Pertenece a esa pequeñísima generación de grandes de la historia. Su primer biógrafo, protestante, aseveró que nos encontramos ante  uno de los hombres más completos que se haya conocido. Las personas que más valen son las que tienen una única causa por la que vivir. Don Bosco canalizó todas sus energías en beneficio de una sola causa: los jóvenes, su formación y salvación espiritual.” Subrayó el apoyo de su madre, Mamá Margarita, en los inicios y evolución del Oratorio. Citó a Agustín de Hipona, Francisco de Asís, Catalina de Siena y Don Bosco, como cumbres espirituales de la humanidad. Pío XI escribió sobre su experiencia de vida en Valdocco junto a Don Bosco, destacando la inmensa humildad del santo, de quien le fascinó su insondable fondo espiritual. Siempre caminó acompañado de la Divina Providencia, demostrando su enorme audacia de fe: “por mis muchachos, tengo necesidad de todos”. En circunstancias difíciles, Don Bosco no dudaba en acudir a todos; para él, cooperador era el Papa, ricos, pobres, políticos, empresarios,… todos en definitiva.  Dedicó el final de su disertación a la situación actual de la juventud y el preocupante estado de abandono moral y educativo en el que se desenvuelve a nivel mundial, navegando en un escenario social que privilegia estrategias interesadas de mercado. Nos encontramos muy posiblemente ante la crisis cultural de mayor calado de todos los tiempos. Don Pascual recordó que los jóvenes necesitan oportunidades, ser valorados y adecuadamente acompañados, por lo que hoy Don Bosco y su sistema preventivo, son más actuales y necesarios que nunca.

Concluyeron estas IV Jornadas de Espiritualidad en el Santuario de María Auxiliadora. El templo, repleto de fieles, constituyó el marco donde tuvo lugar la solemne Eucaristía presidida por el noveno sucesor de San Juan Bosco. Contó con la participación de numerosos concelebrantes, acólitos y coro “Rábeta” de Rota. El encuentro con Jesús Sacramentado fue el broche de oro de unas jornadas que serán felizmente recordadas.



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